miércoles, 19 de diciembre de 2007

Columna Transversal: NO NOS VENDAN GATO POR LIEBRE

Hasta las reformas electorales las hacen al revés. En el camino al 2009, conociendo la polarización reinante y las desconfianzas mutuas, y previniendo un resultado apretado, había que crear más confianza, más seguridad, más control en los mecanismos electorales. Hicieron lo contrario.

Hoy proponen una legislación que prohíbe las dobles candidaturas. En vez de pensar en cómo mejorar el sistema político, el nivel de la clase política, unos proponen una ley Wil Salgado, otros una ley con dedicatoria a Ciro Cruz Zepeda. Ah, si Wil no puede postularse al mismo tiempo a alcalde, como salvavidas, no va a postularse a la presidencia. Hagamos una ley que prohíba a los candidatos a presidente postularse paralelamente a alcalde… Ah, Ciro quiere volver a la Asamblea, pero sólo si puede usar el Parlacen de salvavidas, entonces, hagamos una ley….

El país necesita que los mejores hombres y mujeres participen en política y se postulen a los cargos de elección popular. Bueno, no estoy hablando de Ciro Cruz Zepeda y de Wil Salgado, obviamente. Estoy hablando que es absurdo que los candidatos a la presidencia -todos menos uno, el ganador- no puede postularse a ocupar una diputación o convertirse en alcalde. Los candidatos a la presidencia del FMLN y de ARENA deberían convertirse uno en presidente y el otro en el dirigente de la oposición.

Aquí en El Salvador, para que alguien tome la decisión de postularse a la presidencia, tiene que estar dispuesto a jugar a todo o nada. Tiene que estar dispuesto, para entrar en política, a dejar lo que ha construido en la vida, con el riesgo de quedarse afuera de la política. La campaña electoral, para los candidatos, sólo permite acumulación si ganan.

Nos quejamos del terriblemente del bajo nivel de los diputados, pero no queremos que los candidatos perdedores a la presidencia, a la vicepresidencia o a las alcaldías más importante pueden convertirse en dirigentes parlamentarios.

Si queremos que a las alcaldías más importantes del país se postulen mujeres o hombres con gran capacidad, es ilógico que a los diputados que tienen la ilusión de convertirse en alcaldes de las ciudades o los pueblos donde nacieron o donde residen no les permitamos seguir postulándose a su diputación. Lo único que conseguimos así es que gente de alto calibre sólo va a estar dispuesta a postularse como candidatos a alcaldes si su elección es segura. De esta manera, ningún diputado del FMLN va a correr contra Milagro Navas en Antiguo Cuscatlán, o ningún diputado de ARENA contra Oscar Ortiz en Santa Tecla. A menos que el partido se quiera deshacer de ellos…

Me encantaría ver a Mauricio Funes se convierta en el jefe de la bancada del FMLN, o que Oscar Ortiz hubiera podido aspirar a la presidencia y quedarse en la alcaldía de Santa Tecla en caso que pierda. Me gustaría ver a Hugo Martínez meterse en la batalla por la alcaldía de Antiguo Cuscatlán, sabiendo que casi es misión imposible, con la seguridad que, cuando pierda, no perdió su diputación. Y ¿quién sabe?, tal vez gana.

Si quieren evitar que alguien como Ciro Cruz Zepeda, quien no tiene apoyo popular, siga siendo diputado, entonces que se atrevan a hacer una reforma electoral de verdad, aboliendo las listas partidarias cerradas y abriendo la posibilidad que el votante seleccione sus diputados entre todos los candidatos propuestos. Pero no haciendo una ley con dedicatoria a Ciro.

Y si realmente los partidos que proponen la ley Wil Salgado –ARENA y el PCN- y el FMLN, que piensa apoyar la iniciativa, tienen tanto miedo al factor Salgado, entonces sí están mal. ARENA teme que el voto de la derecha se divide si hay un candidato como Wil Salgado. El Frente teme que el voto de protesta contra el gobierno se divide, si hay un candidato como Wil Salgado. Y el PCN teme que puede desaparecer del mapa de Oriente, si hay un candidato que se llame Wil Salgado. ¿Y por miedosos van a hacer una reforma electoral?

La reforma electoral que está pendiente es otra: reformar el Tribunal; abrir las dobles candidaturas; permitir que se voto por candidato a diputado, no por listas; crear concejos municipales plurales.

Todo lo demás –las reformas que ahora están tratando de hacer- es contraproducente. O es irrelevante, como el voto domiciliario y el voto en el exterior. Estos dos últimos son reformas bonitas, políticamente correctas, pero irrelevantes. No cambian la calidad de nuestra democracia. En cambio, las cuatro reformas arriba planteadas, sí. Tengo la sospecha que es por eso que nadie las plantea en serio.

martes, 18 de diciembre de 2007

TRANSPARENCIA EN EL TRANSPORTE "PÚBLICO"

Es indiscutible que el precio del combustible nos afecta a todos, de distinta manera, pero nos afecta. Hay algunos que nos preocupa el precio de la gasolina para nuestros vehículos, otros por el precio del pasaje, en general porque encarece todo. Ante esta realidad en la que vivimos tenemos que pensar qué soluciones alternativas tomamos -- yo ya pienso en comprar mi bicicleta. Y ahora más, si examinamos el impuesto de 10 centavos que nos han impuesto para financiar un pésimo sistema de transporte “público”. Y lo pongo entre comillas porque aunque le decimos así, en El Salvador es privado.

Yo estoy de acuerdo que se tiene que tratar de no aumentar el gasto en transporte de los que utilizan este servicio, pero no puedo estar de acuerdo en que se financie este sistema así como funciona. ¿Cómo podemos financiar un sistema de buses decrépitos, desvencijados, peligrosos y contaminantes? Un peligro para los peatones, para sus usuarios, para los demás que circulamos por las calles de este país. ¿Cómo es posible que les otorguemos dinero para que ellos mantengan sus ganancias? Es que a la luz pública nunca han salido las cuentas de los empresarios de transporte.

Así que necesitamos que el negocio del transporte público sea realmente público, por lo menos la información de cuánto dinero están ganando. Yo pudiera entonces tratar de comprender lo necesario de esta medida. Pero si resulta que un empresario obtiene 2 mil dólares de ganancia al mes y yo que tengo mi carro no llego ni en sueños a esa cantidad, ¿por qué yo lo tengo que financiar a él para que mantenga sus ganancias?-- y yo cada vez voy a tener menos.
Necesitamos que estos balances sean públicos de verdad para tal vez así creerle al gobierno. También necesitamos saber cuánto ganan las multinacionales del petróleo, cuánto ganan los empresarios que distribuyen la gasolina, porque me parece que alguien acá se está quedando con una tajada desproporcional de dinero y tenemos derecho a saber. Ya que pagamos impuestos sobre la gasolina, ¡que me digan cuánto ganan!

Esto es el mundo al revés. Se supone que la medida es para favorecer a los más pobres, pero si encarecen el precio de la gasolina, encarecen los costos de la canasta básica y ciertamente pagarán menos por el pasaje de bus, pero pagarán más por el maíz y los frijoles. ¿Qué sentido tiene esto? Además los empresario del transporte no verán afectada su ganancia; o tal vez sí, pero como no hacen pública la información, sólo podemos especular.

Así que que parece que los que tienen, los empresarios, son los que no perderán, mientras todo los demás sí, y encima de esto tienen la desfachatez de decirle solidario al impuesto. Vaya, hay que ser solidarios con los empresarios buseros, pobrecitos.

Yo podré ser solidario cuando vea las cuentas claras, cuando vea transparencia en el gobierno. Es más hasta pudiera pagar más. Es como cuando uno dona dinero a una ONG, lo hace porque cree que su dinero será ocupado para una buena causa. Nunca donaría dinero a alguien que de eso sacará dinero para pagarse un gran salario. El caso del transporte “público” es peor, ya que no me dan a elegir, sino que simplemente me jodí, pago y punto.

Pues, entonces exijo con la misma fuerza que nos den cuentas claras, publicadas mes a mes en los principales periódicos del país.